sábado, 2 de julio de 2011

CUENTO ZEN


Una popular historia del cercano oriente cuenta que un joven llegó al borde de un oasis contiguo a un pueblo y acercándose a un anciano preguntó: ¿Qué clase de personas viven en este lugar?
El anciano preguntó a su vez:
-"¿Que clase de personas viven en el lugar de dónde vienes?".

-"Oh, un grupo de egoístas y malvados", -replicó el joven", estoy encantado de haberme alejado de allí".
A lo cual el anciano contestó:
-"Lo mismo habrás de encontrar aquí".

Ese mismo día, otro joven se acercó a beber agua al oasis y viendo al anciano preguntó:

-"Que clase de personas viven en este lugar?".

El respondió con la misma pregunta:
-"¿Que clase de personas viven en el lugar de dónde vienes?".

-"Un magnífico grupo de personas, honestas, amigables, hospitalarias, me duele mucho haberlas dejado" -dijo el joven-.

-"Lo mismo encontrarás aquí", replicó el anciano.

Un hombre que había oído ambas conversaciones preguntó al anciano:

-"¿Como es posible dar dos respuestas tan diferentes a la misma pregunta?".


A lo cual el anciano respondió: Cada uno lleva en su corazón el medio ambiente donde vive.

Aquel que no encontró nada bueno en los lugares donde estuvo, no podrá encontrar otra cosa aquí. Quien encontró amigos allá, podrá encontrar amigos aquí, porque, a decir verdad, lo que ellos han "visto" en los lugares donde han estado, no es más que el reflejo de ellos mismos".
(Cuento Zen)



Este cuento Zen, nos muestra que no es el lugar ni las circunstancias, lo que determina nuestro bienestar o malestar; sino mas bien es nuestra actitud interior... Podrás cambiar de lugar, de personas, podrás inventarte pretextos, justificaciones..., pero mientras no resuelvas tus conflictos internos, donde vayas ellos irán contigo y afectaran tu vida…

4 comentarios:

  1. ser como es sin disimular y aceptar los errores con humildad

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  2. muy bonita lectura que invita a la reflexion, no podremos encontrar algo nuevo y bueno a las cosas o lugares si no estamos bien con nosotros mismos, es un reflejo de nuestro interior, de los conflictos intermos que cada uno tiene, no es el lugar y las circuntancias lo que determina nuestro bienestar o malestar, sino mas bien es nuestra actitud interior, debemos primero subsanar nuestros conflictos para que a donde quiera que vaya no afecten a mi vida y pueda admirar las bondades que ofrece nuestro entorno.

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  3. la forma de enfrentar al mundo es una desicioón personal, uno puede encontrarse solo en un lugar lleno de gente, pero es así por que así lo quiere; de la misma forma que uno puede estar deprimido en un circo, la desición está en uno, el control remoto lo traemos nosotros, uno decide en que canal se va a sintonizar.

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  4. Disfrutar la vida no depende de nadie más que de uno, durante nuestro trayecto se presentaran situaciones agradables y a veces no tanto; y esto nos afecta tanto cuanto le demos importancia, por ello considero que debemos tener presente nuestros sentimientos y razonamiento.

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