martes, 18 de enero de 2011

Érase una vez en Palacio. La primera feria del libro en México

Un libro, como un viaje, se comienza con inquietud y se termina con melancolía.
José Vasconcelos

Por Fernando Macotela (*)
Fue en 1924 cuando el Palacio de Minería albergó, por primera vez en México, una Feria del Libro, “concebida con el propósito de fomentar la lectura y el interés de los editores extranjeros, además de alentar el arte de la imprenta.”
Esta Feria del Libro y de las Artes Gráficas, impulsada por José Vasconcelos y realizada durante los primeros 15 días de noviembre de ese año, “fue una muestra palpable de los adelantos y evolución del arte tipográfico en México, ciudad privilegiada en el Nuevo Mundo, que tuvo la fortuna de ser la primera que contó con una imprenta en el Continente Americano.”
Indiscutiblemente la Feria del Libro organizada por la Secretaría de Educación ha sido un verdadero éxito en todo el sentido de la palabra.  Varios miles de personas visitaron los patios y los corredores del Palacio de Minería… admirando toda clase de volúmenes y maquinaria que da vida a todo lo que de bello y atractivo tiene la exposición...” - refería en sus páginas del 3 de noviembre de 1924 el diario El Universal. 
El Palacio de Minería fue construido a fines del s. XVIII por el extraordinario escultor y arquitecto valenciano Manuel Tolsá para albergar al Real Seminario de Minas, que más tarde sería la Escuela de Ingenieros y actualmente alberga la División de Educación Continua de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México, de la que depende por evidentes razones históricas. Además de su belleza, deben haber sido las dimensiones y la ubicación del Palacio las que determinaron que fuera elegido para celebrar allí esa primera Feria, y  cuando años  más tarde -en 1947- se decidió hacer una Feria del Libro Universitario, el Palacio debe haber parecido el escenario normal. Esta feria, realizada en el marco de la Segunda Conferencia de la UNESCO (organismo de muy recientemente creación entonces), se debió a la voluntad de  otro ilustre mexicano: Jaime Torres Bodet, y fue organizada con la finalidad de ofrecer al público ediciones a precios accesibles, provenientes en su gran mayoría de la UNAM.
El Palacio, que ha debido ser reparado en diversas ocasiones, fue objeto de  una exhaustiva restauración que terminó en 1979 y corrió a cargo de la Sociedad de ex-alumnos de la Facultad de Ingeniería. Se habían recuperado  todo el esplendor y la belleza del edificio, considerado  la máxima expresión del neoclasicismo en el continente americano, y fue entonces cuando surgió la idea de recuperar también una parte de la historia del Palacio haciéndolo sede de una Feria Internacional del Libro.
Es en 1980 cuando da inicio la etapa actual de la “Feria de Minería” (como tanta gente la llama) gracias a la iniciativa de la Facultad de Ingeniería de la UNAM y de un grupo de entusiastas amigos del libro quienes, junto con las editoriales, las librerías, los escritores, las empresas de papel y los promotores de la difusión de la cultura, lograron culminar este esfuerzo y mantenerlo hasta ahora, dentro de un recinto con profunda tradición en el fomento de la ciencia y la cultura en México. Baste recordar que ya Alexander von Humboldt, en su visita de hace dos siglos, había usado el apoyo de los profesores y estudiantes del Real Seminario de Minas para establecer sus famosas “Tablas geográficas políticas…”, embrión del futuro Ensayo político sobre el reino de la Nueva España.
La próxima edición de la Feria, a celebrarse del 17 al 28 de febrero de 2010 constituye la número XXI. La FIL del Palacio de Minería no sólo es la feria del libro más antigua del país sino que forma ya parte de la vida cultural de la capital y ha servido de inspiración para crear otras ferias tan importantes como la Feria del Libro Infantil y Juvenil del D.F (29 ediciones), la de Guadalajara (23 ediciones), la de Monterrey (19 ediciones) y muchas otras a lo largo y ancho del país.
Cuando hace ocho años, presionados por la limitación del espacio, los organizadores de la Feria hicieron una encuesta entre el público asistente para conocer su opinión sobre la posibilidad de un cambio de sede ¡un 84% del público pidió que la Feria no saliera del Palacio de Minería! En 2008 se repitió la experiencia y los resultados fueron muy similares. Entonces, la Feria sigue allí, en su Palacio.
Cada año, más de cien mil visitantes abarrotan los patios y los bellos salones del recinto para conocer la mayor exposición bibliográfica que se da en la Ciudad de México y asistir a las más de ochocientas cincuenta actividades culturales que les ofrece la Feria. El suntuoso Salón de Actos (donde tomó posesión para su último e inconcluso mandato el presidente Porfirio Díaz), la  Capilla (que contiene los hermosos frescos de inicios del S. XIX de Rafael Ximeno y Planes), la galería de Rectores, el Salón de la Academia de Ingeniería, el auditorio Bernardo Quintana y la incomparable Biblioteca antigua con su rico Acervo Histórico, son algunos de los sitios donde un público fidelísimo se da cita anualmente.
El Palacio de Minería se encuentra ubicado en la calle de Tacuba N° 5, en el Centro Histórico de la Ciudad de México; la plaza Tolsá, frente al Palacio, lleva ahora el nombre de su ilustre arquitecto y acoge también su famosa estatua ecuestre de Carlos IV, atinadamente bautizada por el pueblo  -dados los pocos méritos del monarca- “El Caballito”.
(*) F. Macotela fue agregado cultural en Francia, Director del Festival Internacional Cervantino, Director de la Cineteca Nacional y es, desde 1999, Director de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.

10 comentarios:

  1. lo bueno es que vamos a ir,, jejje, es es bueno conocer un poco de la historia sobre la feria dels libro a la cual vamos a asistir, y que tine ya desde 1924, dato que seguramente no conociamos muchos (lese)pero bueno ya sabemoss,, graciass profaaa saludosssss

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  2. es una maravilla por como se describe ahora si el esplendor de la arquitectura, historia y los conocimientos de la lectura juntos en un solo lugar.

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  3. Efectivamente Artur, la descripción que hace de su arquitectura y de las actividades así como su historia en verdad que son realmente sorprendentes, admito que tenía otra idea de lo que era el palacio de minería, pero creo que esto ha rebasado mis expectativas, lo importante es ilustrarnos de lo que en muy pocos días vamos a conocer y adquirir acervo de libros.

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  4. Hola a mí este texto me cautivó comenzando por la frase de José Vasconcelos, realmente tenía una idea muy vaga a cerca de lo que realmente era la el Palacio de Minería, creo que si desde pequeña hubiese formado el habito por la lectura, sería diferente, sin embargo, nunca es tarde para nada, ahora me gusta leer, lo disfruto, me emociona. Y conocer esta historia, este panorama, ver las imágenes, crea en mi un gran impacto y a su vez emoción, tantos libros, tantos autores, editoriales, infinidad de cultura, y que pocas veces nos damos la oportunidad de conocer y leer un poco. Gracias por la información.

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  5. Ahhhh, yo pense que la Feria eramás joven, como de los 50's o algo asi; ese vasconcelos si que se la rifa, debería re. encarnar en México.
    un completo deleite entre arquitectura y literatura!!

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  6. es realmente impresionante cuanta cultura y cuanta riqueza tienen guardada ese gran monumento que claro yo tenía muy poco conocimiento, pero gracias a ete texto puedo ver que lo que estamos por vivir es interesante, pues desde Vasconcelos ha estado, enverdada que si vamos ir y en lo personal voy a ir a admirar y a enriquecerme de tanta riqueza en arquitectura y literatura claro.

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  7. Un libro, como un viaje, se comienza con inquietud y se termina con melancolía. es lo mismo que sucede cuando un lee un libro al principio te adentras a la bello mundo del libro, pero cuando estas a punto de terminarlo deseas que nunca suceda. El propósito inicial fue fomentar la lectura y el interés de los editores extranjeros, pero por que no fomentarlo en nosotros que sea algo que nosotros produzcamos y además que lo podamos compartir, pero se que con el paso del tiempo esto ira cambiando. Todo tiene su historia y este ligar tiene la propia que la hace única y aun mas diferente en el se expresan los mas bellos sentimientos plasmados en los diversos libros que encontraremos en el.

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  8. Bueno si yo fuera Vasconcelos, también hubiera introducido alguna parte donde se vendieran libros usados, no porque alguien más los leyo valen menos, al contrario es mucho mejor. Puesto que cuando se dejan notas o escrito algo entre las hojas, imaginas cosas y te vuelves parte del libro. Inventas tu propia historia sobre su origen.

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  9. ayque padre conocer la historia de esta feria, nos vamos imaginando muchas cosas que en vez de abrrirnos nos emocionan mas. ver tanta riqueza en este evento contagia la emoción. lastima que no nos podemos quedar

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  10. el conocer la historia de un lugar nos permite ser parte de él, además que nos da apertura a hablar de lo que somos y no conocemos pues algo que nos pertenece.

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